Lucas Disalvo
Artista trans bisexual s/m, surrealista practicante
Mi nombre es Lucas Morgan Disalvo. Nací en 1986, en la ciudad de Godoy Cruz, Mendoza. Soy un hombre trans bisexual viviendo actualmente en la ciudad de La Plata, Buenos Aires. Me considero por sobre todas las cosas un trabajador analógico de la imagen, y entre mis técnicas preferidas está la ilustración con tinta, grafito, acuarela, óleo y acrílicos, incorporando collage eventualmente. Mis inquietudes y producciones artísticas se conectan con los campos y métodos de la pintura surrealista, el dibujo automático, la ilustración erótica y esotérica, el video experimental y la animación artesanal. Como alguien arraigado en distintas escenas DIY o hacelo-vos-mismo, soy afín al amateurismo, a las técnicas de montaje, a los modos de producción y distribución de primera mano y a la refuncionalización de ficciones para intervenciones políticas. Empecé siendo siendo un artista autodidacta y prolífico conectado con el dibujo desde el momento que nací, y a lo largo de toda su vida me formé intensivamente desde el oficio por maestros artistas como Christián Mazzuca, Valentino Tettamanti, Tinta Cruel o Leonel Castellani.
Por otra parte, estudié Artes Audiovisuales en el 2004 y en el 2012, me licencié como Realizador Audiovisual. Como videasta me he dedicado intensivamente entre los años 2012 y 2017 a producir una serie de videofanzines influidos por un contexto particular de debates en mi propia comunidad queer, así como ensayos personales sobre el sexo, los modos de encarnar el género o mi propia transición. Actualmente muchas de estas inquietudes las estoy volcando al campo de la pintura y la ilustración analógica.
Me desempeño como artista docente, candidato doctoral en Artes y Profesor Adjunto en Teoría del Audiovisual en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata. He coordinado numerosos talleres y actividades de extensión comunitaria vinculadas a las prácticas con imágenes y las políticas sexuales queer y trans. Asimismo, soy un creador de fanzines vinculados a las contraculturas queer y punk, las políticas sexuales, el sadomasoquismo, el sexo Leather, la magia, el surrealismo y la espiritualidad alternativa, la reducción de daños, el antipunitivismo y la reivindicación de la autonomía corporal. Colectivamente he formado parte de varios proyectos vinculados a la desestigmatización de nuestras comunidades sexuales tales como conversatorios, ciclos de cine, actividades públicas y materiales de difusión. La conexión con comunidades locales gay Leather en el 2013 cambió el curso de mi vida y encendió en mí el deseo de vivir como un hombre Leather.
Mis trabajos visuales exploran la intersección de lo erótico y lo mágico, con el fin de interrogar la agencia de lo imaginal y la cualidad necesariamente inefable de eventos extáticos que transforman las fronteras de nuestros cuerpos y de lo que hemos dado por cierto sobre nosotros. Me interesan fundamentalmente todas aquellas manifestaciones y arcos narrativos que ponen en escena la cuestión de lo liminar, el sexo y el misterio como vías irracionales de entrarle a la vida, así como también me atraen y simpatizan los procesos de transformación, la alianza con el caos y los frentes de existencia suprarreal. En mis incursiones personales recupero imágenes de personajes ficticios y reales provenientes de submundos alternativos, ya sean sótanos mágicos, sexuales o históricos. Mi premisa no pasa tanto por hacer visible o echar luz sobre lo que está escondido, sino por explorar la capacidad de generar canales de inmersión que también nos puedan conectar con nuestras zonas opacas. Mi trabajo creativo está fuertemente influenciado por los imaginarios eróticos y las reflexiones críticas provenientes de activistas sexo-radicales de las décadas de los 1970, 1980 y 1990. Estas miradas representan para mí formas únicas de conocimiento concebidas desde una perspectiva erótica de la primera persona, que me inspiran a la hora de abordar la compleja multidimensionalidad de lo que consideramos “experiencia sexual” de un modo inventivo y desmoralizado.
Considero fundamental reconocer el sexo como una forma de conocimiento, y busco incorporar en mi trabajo temas y métodos que provienen de zonas corporales, eróticas y afectivas de la propia experiencia. En este sentido, me propongo interrogar a través de mi práctica artística el rol fundamental que juegan dentro de la sexualidad elementos considerados intangibles pero al mismo tiempo profundamente materializadores, tales como la fantasía, los símbolos y las imágenes. Siempre regreso a las imágenes porque éstas me permiten vislumbrar aquellas dinámicas, fuerzas y manifestaciones laberínticas de la sexualidad, y sobre todo porque habilitan formas distintas e indeterminadas de distribución de la posibilidad. Para algun*s cuyas trayectorias de género y sexo se vieron profundamente atravesadas por el signo de la imposibilidad, el contacto con las imágenes, ficciones y fantasías eróticas nos permitieron inventar e internalizar formas de posibilidad, donde tuvimos en ocasiones que encarnar formas menos articuladas, más inverosímiles de nosotr*s mism*s, a fines de poder poner en práctica, de forma intuitiva y errática, nuestra propia viabilidad en este mundo.